Fran Perea, Kaiser Chiefs, el Santo Grial y el Nene (y II)
hasta que el fuego apareció, caricias y todo lo demás...
Y no se nos rompió el amor, no. Se nos rompió el condón.
Yo, calculando y descubriendo que era la semana de "me soplas y me preño"; él biólogo, con la paranoia: "Al hospital!, al hospital!!"
Razonamos, teníamos 72 horas y una resaca de caballo. Volvimos a dormitar, hasta por la mañana; que decidimos ir al zoo.
Al zoo... mientra me ducho recapacito, que qué coño darle de comer a las jirafas, ver armadillos y jugar con las ovejas???!?!?!??! Hay que irse al puto hospital!!! Que se nos había olvidado!!!!
De su casa, al Clínico, donde nos dicen que no, que ahí no recetan la píldora; que vayamos a información donde nos darán un listado con los centros de planificación familiar. De una lista de 16, sólo 2 abren los sábados y en la otra punta de la ciudad. Tomamos un café y rumbo a los centros. El primero, llegamos 10 minutos después de que cerraran, llamamos al otro y ya estaba cerrado. Fuimos a una cabina y llamamos a la línea 900 de Información y no nos cogían. Llovía. La misma ropa que la noche anterior, en plena Gran Vía que era un hervidero de gente. La de la Farmacia nos dice que sin receta que nada, que qué mala suerte, pero que nanay. 3 de la tarde. Un agujero en mi estómago y Morci me invita a comer y me dice que vayamos a mi casa, que así me cambio y estoy más agusto. Qué sol, ahí sumando puntos.
Cuando entramos en casa y visualizo la cama.. uhhhmmm ahhhhh después de 4 horas pateando Madrid... me tumbo así como quien no quiere la cosa, y él se abraza a mí, y dijimos: 5 minutos...
Que resultaron ser 2 horas. ¿Qué haciamos?, decidimos mirar en Internet y el único sitio, el único lugar, la única clínica que receta del Santo Grial en la provincia de Madrid en un festivo estaba en Alcalá de Henares. La Casa de Socorro del pueblo. Hay que joderse. Llamamos, Morci hablando con el médico y le comenta que "hemos tenido un incidente".... Teníamos dos horas para llegar.
Cercanías hasta el pueblo, donde preguntando llegamos a la Casa de Socorro, ahí repleto de parejillas de todos los lugares: Madrid, Rivas, Guadalajara...
Por fín la tenía en las manos. Después de casi 10 horas, la tenía en mis manos. Y nos tomamos unas cañas para celebrarlo.
Me trató como a una reina, pendiente de mí, haciendo bromas sobre la unión de Españas que hacíamos (él , la España del Cid, yo la España de Curro Jiménez), y que nuestro bebé habría tenido el acento más extraño de la península. Me cogía y me acariciaba y me decía que tranquila, que no pasaba nada.
Me quedé dormida sobre su hombro a la vuelta, justo después de que me explicara qué es lo que hace en el laboratorio. Cosas buenas, para intentar salvar vidas y luchas contra la palabra prohibida.
Al volver, paró en una farmacia donde me compró un protector del estómago y un inhibidor del vómito. "Para que no te moleste tanto". Ya en mi puerta, más besos, más lo sientos.
Y me llamó para ver cómo estaba al día siguiente, donde le dije que tuve que volverme del curro, porque estaba sufriendo todas los efectos secundarios del prospecto. Mensaje para acá, mensaje para allá. Y este fin de semana quizás se vaya a Burgos, quizás no. Mañana lo llamaré. Lento, todo lento.
Por todo esto, porque me trata bien, porque sé que le gusto, porque me dice cosas bonitas y porque me encanta le voy a dar una oportunidad. La que él me ha pedido. Y ya no se llama Morcillas, ni Morci ni nada. Ahora es el Nene.
La Nena y el Nene sacando conclusiones sobre el último debate sobre el Estado de la Nación. Mi cola mal hecha, con dos cojones.