domingo, 30 de septiembre de 2007

Inquieta....

Hoy he tenido un sueño rarísimo y del que me acuerdo perfectamente.
Soñaba que estaba en el trabajo y le haciamos mobbing a un compañero. Pero en plan cruel. Recuerdo que yo no lo hacía con agrado, como si alguien me obligara a hacerlo.
Cambio de escenario
Iba por los pasillos de mi Oficina y al abrir una puerta veo a mi supuesta jefa, viendo un strip tease que le estaba ofreciendo una compañerA mía. Cerré la puerta apresuradamente.
Cambio de escenario
Vuelvo a casa, una casa enorme con jardín, y mi chico, ni novio o lo que sea (alguien real, es decir, que conozco) y yo, nos ponemos a guarrear. Cuando la cosa está caliente nos vamos a una cama enorme con sábanas blancas que tengo en medio de un jardín precioso lleno de flores y muy verde , rosas rojas y blancas, dalias, rododendros,...
Está al aire libre pero nadie nos ve. El y yo a lo nuestro. De repente, las flores comienzan a quemarse, pero la cama no. Las oigo crujir, las veo como son engullidas por el fuego, y sin embargo no llega a la cama. Por un hueco, logro escapar de las llamas,sin mirar atrás, dejando al jardín, la cama y a mi pareja a merced de lo que pudiera ocurrir.
Entonces es cuando me despierto.

Haced el favor de darme una explicación medianamente cuerda porque es que estoy en un sinvivir....

sábado, 22 de septiembre de 2007

Estudio sociológico (I)

Mi hermano y yo, tras meses de exhaustiva investigación junto con el Dr. Toribio Guzmán, de la Universidad de Delaware, hemos realizado un experimento sociológico sin parangón.
Toribio ya habla de nosotros en su prestigioso “Wikend yúrnal of de yuniversti of Délawer” publicado hace apenas 2 meses
: “El Niño y la Nena han supuesto para mí una ayuda inestimable. Su experiencia ha sido vital para llegar al resultado final. El Niño, prototipo de calorrillo-surfer-andylucas y la Nena con su estilo arrastrao pero estudiao son los artífices de éste análisis sociológico...."

He aquí, la chorrada tan tremenda que me acabo de inventar dicho Estudio Sociológico:

La veteranía es un grado, sobre todo a la hora de conquistar a la/el churri. La edad es VITAL. El saber qué hacer, cómo ir vestido/a, qué cantidad de colonia ponerse son vitales para que la cita vaya sobre ruedas. Los conquistadores intentan sorprender a sus damas con regalitos, besos inesperados, miradas furtivas en clase, paseítos por el Paseo marítimo o algún parque céntrico de vuestra ciudad.
¿Innovar? Ja!!
El Niño y yo, gracias a nuestra experiencia y a una ardua labor de investigación hemos descubierto que ya seas dragostea, poligonero, prepijo, mod ,tapiocas, melendis, gafipasti, tecnosurfer... todos, absolutamente TODOS siguen una misma pauta.
Queridos, con ustedes.....


LOS RESTAURANTES DE LAS CITAS


- De 14-17 años: Primeras citas, primeros escarceos y.... cero presupuesto! Por fin descubres para qué sirve ducharse, qué leches es la colonia e incluso te apetece abrillantarte los zapatos. Has quedado con el/la churri, estás tenso, nervioso, habeis quedado en la puerta del Centro Comercial de turno, porque habéis quedado para ir al cine. Tú, el chico, has ahorrado de la paguilla de tus padres, tú, la chica estás nerviosa y no sabes si ponerte el palabra de honor rojo o la camisa nueva blanca. Vais al cine, el chico la invita a ver algo del estilo “Diario de Bridget Jones” si eres una pre-pijilla en potencia o una tremebunda “Yo soy la Juani” si eres una poligonera con todas las letras. Palomitas y cuchicheos, miradas soslayadas a oscuras.... ¿Y luego? Pues luego esto:





O esto:




incluso esto:






- De los 18-20: Subimos de nivel, vamos, que ya hemos follao y el Mcmenu, Kingmenu o lo que sea ya sabe a poco. Es cuando encontramos nuestro primer currele, cuando queremos agasajar a la churri de turno con mesa con mantel y servilleta en forma de pavo real, cuando te dan por primera vez una carta de menú.... en definitiva.... cuando vas al...






Que ya la cosa tiene más caché y prestancia y donde podeis hacer manitas por encima de la mesa mientras con la otra mano le das una cajita envuelta en celofán fucsia que esconde una esclava de oro amarillo con sus iniciales y las tuyas que a ella tanto le mola, o una camiseta de la marca El Niño verde pera para que comience a marcar abdominales.... Lo malo de todo esto es que tu churri sea un/a pejigueras y no le guste la comida china, por lo que siempre quedará el socorrido...






- 21-25: Comienzan los restaurantes de cocina internacional, salvando a los chinos: el indio de tu barrio con el apetecible cous-cous, el mejicano con su guacamole (si, te pides una Coronita con acento frijolito dejarás al churri ojiplático), los ineludibles italianos (imprescindible limoncelo para garantizar polvo posterior) y si ahorras pasta, un francés. Claro que últimamente la nouvelle couisine (que esconde un japonés de toda la vida de Dios) supuestamente sana hace estragos en las parejillas de esta franja horaria. Frases como: Churri, nos vamos a comer un wok, seguido de un pollo teriyaki con ensalada de rúcula y jamon de pato zen que me vas a querer
hacer un hijo sólo con mirarme se suelen oir de fondo.








- 26 en adelante... Asumámoslo, con estar buena, tener musculitos ya no es suficiente, buscamos algo más: reirnos, pasarlo bien, hablar de cosas interesantes, conocer a la otra persona de verdad... porque a estas edades uno/a no está para tonterías y busca algo más que un tio bueno a tu lado. Es por eso que con unas cañas de por medio, con sus tapitas y sin florituras es la cita perfecta para conquistar a tu objetivo. ¿Me equivoco?




Próximamente: "La divorciada y el gin-tonic, ese binomio". Estudio sociológico perpetrado por La Nena, Milindrisa, Albanta, la Chatuna, La poligonera de Getafe y Helen (que es la única que no bebe pero nos cuenta el ridículo que podemos llegar a hacer)



...

sábado, 15 de septiembre de 2007

En el autobús

Se miraban totalmente embelesados. Yo me encontraba a unos metros de ellos con mi Ipod y los miraba con envidia contenida.
Jóvenes y enamorados, quizás irían al cine, o a pasear por Recoletos, o la casa de él o a la de ella. Besos fugaces. Caricias sin cesar.
Ella le contaba confidencias al oído, mientras él sonreía pícaro. ¿Qué le estaría contando? pensaba yo.
El autobús traqueteaba, pero ellos no dejaban de darse la mano. Entrelazados sus dedos, los ojos verdes de ella rezuman alegría, los marrones de él, aunque tristes, destilan amor a raudales.
Él estira la mano para solicitar la parada. Se levanta y es cuando aparece la sonrisa en mi cara.

Ella va en silla de ruedas.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Triste


- Quizás sea porque me pica todo el cuerpo por algo que comí ayer, y no logro averiguar lo que es.
- Quizás sea por asomarme a mi ventana y solo ver las cortinas de la ventana del vecino de enfrente.
- Quizás sea porque no logro adelgazar todo lo que he engordado (bebido) este verano.
- Quizás sea porque ya estoy a fin de mes.
- Quizás me tocaba ya parar un poco y pensar en estos últimos meses.
- O porque estoy ya esperando a mi prima de Zamora, la pesá (que mira que es pesá)
- A lo mejor es porque no tengo nada mejor que contar, a lo mejor es porque me veo en la obligación de actualizar y hacer una lista de gilipolleces que os importan un carajo.
- A lo mejor es porque el verano ya ha acabado.
-Quizás porque no espero nada de nadie. Ni ganas que tengo.
- O porque nadie espera nada de mí

-En cualquier caso, esta canción es para todos, es para nadie, y es para mí.







sábado, 8 de septiembre de 2007

El balcones

Siguiendo la zaga de la simpar Vainilla y sus hilarantes posts sobre los compañeros de trabajo, me veo en la obligación de hablar de "El Balcones".

Es alto, de unos 30 años, moreno y con gafitas de empollón. Entró en mi empresa poco después que yo y desde el primer momento se ganó la antipatía del 97% del personal.



Cuando te habla, lo hace acercandose demasiado a tí, ocupando lo que se llama el espacio personal, cosa que odio profundamente si no se trata de alguien de confianza. No solo eso, es que mientras se acerca anormalmente cerca para preguntarte cómo se hacen las fotocopias a dos caras, dirige miradas lascivas al escote, mientras notas su halitosis en tu pituitaria . De ahí su mote. Se "asoma" a tu escote de manera casi denigrante.

El escote rococó de la Nena, si bien le falta alguna peca que otra


Otros del curro le llaman el "pajillero" o "el pimpim".

Lo de "pimpim" es por su vestuario.

Pantalones Julian Muñoz's style, camisas rosa escarata, púrpuras, amarillo de Nápoles u otro cualquier color inclasificable y por supuesto inexistente para el ojo masculino. Alpargatas de abuelo en verano.
El Balcones quiere ser como él, pero tener las patillas de ella.

Una vez hicimos una quedada fuera del curro y apareció con una camisa de flores rollo MatthewMcConaughewpasandoselobienenunaterracitadeMalibú y unos pantalones rosa palo, alpargatas de abuelo. Mencionar que el garito en cuestión en el que estábamos era de gafapastistas con camisetas de rayas y pantalones vaqueros raídos.


El tema de las relaciones personales es otro cantar. Personalmente ha intentado entablar conversación conmigo con los siguientes argumentos:

- oye, ¿Cómo se llama el tipo de estucado que hay en la pared aquella?


- Nena, perdona, ¿me puedes decir cómo funciona la grapadora automática?


- Te has fijado alguna vez en las bolsas para vomitar de los aviones?


y la última:

- Nena, que sepas que a mí me encanta el cine mudo y el teatro de monólogos, de hecho este finde hay una actuación de El Club de la Comedia en....


- Uy Balcones, no puedo que he quedado con mi novio*


- Y si no tuvieras novio, ¿Qué harías?


Y esto son sólo unos cuantos ejemplos del buen hacer del Balcones en cuanto a interrelacionarse se refiere. Con el resto de compañeros es igual.


Lo último que nos hemos dado cuenta es que tiene el Google Talk instalado en su ordenador y que se dedica a que cada vez que le dan un toque al móvil, él hace una llamada telefónica en la que habla casi en un susurro. Los que están a su alrededor están hasta las narices de él. Lleva 6 meses en la empresa y todavía no ha presentado ninguna de las tareas que su jefe le ha encomendado.


La gente le evita, le han quitado de los mails comunitarios para quedar fuera del trabajo, cada vez que se acerca a donde estamos nosotras, nos lanzamos miradas furtivas aguantando la risa y el tipo tratando de adivinar cuál será su próxima víctima (el chico tiene para todas, no se rinde)

Al final te lo tomas a risa, por que total ,al angelico, no lo van a renovar.

*sólo utilizo esa palabra en defensa propia.




jueves, 6 de septiembre de 2007

27!!!


Llevo en este mundo 27 años,es decir 9.855 días, o lo que es lo mismo 236.520 horas, que vienen a ser 14.191.200 minutos,
en definitiva
851.472.000 segundos
.




Pero bueno niño!!!!
Tampoco es tan complicado cantarle el Cumpleaños Feliz a la Nena, no?

domingo, 2 de septiembre de 2007

Electricidad

Mi cuerpo responde al tuyo como un resorte.

Con un sólo beso basta para que las chispas salten, para que no podamos parar de tocarnos. No podemos evitarlo, ni tu ni yo.

El quitarnos la ropa se convierte en un ritual de descubrimiento, a pesar de hayas contado las pecas de mi cuerpo mil veces; aunque yo te haya besado otras tantas tu torso.

Las caricias y los besos son sólo un preludio de lo que vendrá después. Te regodeas en mí, me engulles con tus ganas, tus manos de oro erizan mi vello, la lengua bucea por recovecos henchidos de deseo.

Te tengo ganas, quiero que disfrutes y nuestra lucha por hacernos disfrutar mutuamente consigue excitarnos aún más.

No hay nadie en casa, mis compañeros se marcharon de vacaciones, por lo que el baño, el salón y el pasillo se convierten también en campo de batalla.

La temperatura va subiendo al mismo tiempo que acompasamos nuestros cuerpos al ritmo frenético del deseo.

Mi cuerpo quiere más, y tú eres capaz de darmelo. Yo te pido más y eres obediente. Suplico que no pares ahora, no puedes parar, ahora no. Y no lo haces. El sudor de nuestros cuerpos se entremezclan, las lenguas entrelazadas, hay demasiada electricidad en nuestra piel.

Todo acaba entre gemidos, espasmos y el corazón acelerado. Mi mente está en blanco mientras culebreas por mi cuerpo. Nos miramos al abrazarnos, me besas en la frente, en los ojos, me acaricias el pelo mientras nuestras respiraciones se normalizan. Te deslizas lentamente hacia mi lado mientras musitas: "No lo entiendo, no lo entiendo..."

Decido no preguntar. Creo que es mejor así.