Carmen
De repente, abrió los ojos.
Estaba en el tanatorio.
- Qué raro- pensaba. - ¿Dónde andará Paco?
Miraba alrededor y veía caras conocidas, pero no veía a su Paco. No se atrevía a preguntarles ya que Paco le tenía prohibido hablar en público con gente mientras él no estuviera delante.
Vio su reflejo en un cristal y se vió anormalmente pálida.
- Normal- se dijo- tras unos días pachuchilla del estómago... y sin apenas salir de casa....
Entró en una sala, donde vió a su hermana Loli. Lloraba. ¿Quién habría muerto?
Se extrañó de que ya no le doliera el estómago.
- Seguro que el café de anoche que me hizo mi Paco me sentó bien...y tengo que comprar tomates, mantequilla, puerros y matarratas que se me ha acabado y ahora que empieza el calor ya se sabe...
Paquito lloraba y lloraba...
- Paquito! ¿Qué te pasa hijo mío?- le decía Carmen acongojada.
Pero Paquito, su hijo, ni caso le hacía. Sólo balbuceaba y repetia de forma ininteligible “suicidio, suicidio”....y miraba al vacío. Como Mónica, la niña que agarraba fuertemente la mano de su hermano, totalmente ausente.
Dio media vuelta, dirigiéndose al féretro.
- ¿Habrá sido Puri, la del 5ª?- Que mira que Paquito le tenia cariño pero no sé, como para ponerse así...
Respetuosamente se acercó y miró hacia abajo.
Aterrorizada, dio un grito y cayó hacia atrás.
Ella estaba en ese ataúd.
Ella estaba muerta.
Paco se apareció entre un grupo de hombres difuminados entre humo de puros.
Los demas le ignoraban. Nadié escuchó su grito. Nadie escuchaba sus alaridos de terror.
Paco, con los ojos desorbitados se fue acercando a ella.
- Pe...pero si estas muerta!!!! Estas muerta!!!!!!!!!!!!!!!!
Todo el mundo enmudeció y miró a Paco quien, totalmente desaforado, rojo gritaba al vacío:
- Estas muerta!!! Estas muertaaaaa!!! YO te ví morir!!!!
Carmen comprendió.
- Tu me envenenaste con el café, echaste matarratas!!!! Hijo de la gran puta!!! Fuiste tú!!!! Pagarás por esto , pagarás por estoooo!!!!
Paco, congestionado, sólo le dio tiempo a extender un brazo hacía Carmen.
Cayó al suelo, fulminado.
La gente se agolpó ante él, intentando reanimarle sin éxito.
Carmen se deslizó hasta donde estaban sus hijos que seguían ausentes.
- Tranquilos hijos míos, siempre estaré con vosotros....
Y por primera vez en mucho tiempo; Paquito y Mónica sonrieron
Actualización: Este relato y los dos microrrelatos han sido creados para formar parte del CUENTO DE TODOS LOS SANTOS