Pero qué pasa....

aquí?
Es que no se nos puede dejar quietas... cada vez que acabamos en ese antro de perversión supino, alguna de nosotras acaba triunfado. Y anoche, 3 de 3. Tres chicas con tres chicos. Impresionante.

Por mi parte; esa noche iba yo con las pinturas de guerra ahí a muerte: escote, pantalon ceñido, tacones, sombra de ojos negra y coleta alta estirada, alcohol en sangre y ganas de mambo.
Me veo a mí misma desatada, creyéndome Elisabeth Berkley en Showgirls, marcándome unos bailes pegada a la pared y haciéndome fotos con todo bicho viviente y haciendo fotos a mis amigas con el maromo de turno.
Ya en las escaleras, ficho a uno que sube las escaleras, es mono, muy mono con camiseta blanca y vaqueros. Una de mis amigas obstruye el paso de la escalera porque se está a muerte con un tío, y ésto provoca que el susodicho no pueda pasar y se quede a mi lado.
- Me das permiso para subir las escaleras?
- Sólamente si vuelves a bajarlas luego. (lanena picopala)

Bien, él sube y al minuto a mí se me olvida la conversación, el tío y sigo bailando encaramada a la barandilla.
De repente, baja.

Después de dos fotos, ya nos estabamos besando.
Momento surrealista de la noche, transcribo:

La nena: Oye vaya acentazo de uruguayo que tienes...
El objetivo: Niña, que soy de Burgos
.......................................

El caso es que el chico se quedó con nosotras. Vamos que fue al baño y no volvió con sus colegas. Fuimos a otro garito, otra copa y más besos, a un ilegal, muuuuchos mas besos, cruzamos Malasaña sitiada, y a las 8 de la mañana, retirada.
He llegado a mi casa a las 3 de la tarde. Muerta, derrotada, con el rímel apegotado ,el olor a tabaco y lujuria en el cuerpo y en la ropa y la sensación tan estupenda de haberte sentido atractiva y deseada. Algo que apetece de vez en cuando.